Me lo pasé genial con mi chica tailandesa, una belleza de más de 18 años, increíblemente sexy, con enormes tetas naturales. Exploramos las calles sensuales de Bangkok en un tuk-tuk, poniéndonos calientes y excitados entre paradas. Su cuerpecito firme era la perfección, y no me cansaba de su boca sucia y su insaciable apetito sexual. Fue una noche que jamás olvidaré.