Adoré el altar de goma EVA, perdiéndome en sus curvas y su cuerpo envuelto en látex. Mientras la veía dominar a una pareja sumisa, mi deseo se volvió insaciable. No pude resistirme a sumergirme en su coño perfecto mientras ella follaba con su pareja. La combinación de su destreza femdom y la emoción de un trío me llevó al borde del éxtasis. Cada embestida y rebote de sus tetas me acercaba cada vez más al límite hasta que no pude contenerme más. Fue la experiencia definitiva, una que me dejó con ganas de más.