Atado y marcado: un frenesí bdsm

720p1 min

Estaba atada con cuerdas, su cuerpo expuesto y vulnerable. Él acarició su piel con un látigo, deleitándose con la forma en que se retorcía y gritaba de placer y dolor. Sabía que era su pequeña esclava obediente, ansiosa por complacer a su amo con su estrecho y húmedo coño. Sin previo aviso, la penetró con su gruesa polla, estirándola hasta el borde del éxtasis. Ella gimió y suplicó más, desesperada por liberarse. El dolor y el placer se mezclaron, hasta que explotó en un orgasmo estridente que la dejó temblorosa y débil. Mientras la desataba, ya podía sentir que su deseo crecía de nuevo. Así era la vida de un fetichista del BDSM, y disfrutaba cada instante.

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