La belleza voluptuosa, Stella Cox, ansiaba un poco más de emoción. Así que cuando una gran polla negra se cruzó en su camino, no pudo resistir su atractivo. Con lujuria intensa en la mirada, abrió las piernas de par en par, esperando ansiosamente a la bestia. Y vaya si cumplió, dándole la cabalgada de su vida. ¡Oh, cómo le encantaba cómo la estiraba con su enorme y palpitante polla! Y disfrutaba especialmente de que la llenaran por todos lados. Esta chica no quedó satisfecha hasta que el eje negro embistió su pequeño cuerpo hasta convertirlo en un tembloroso desastre.