Ella entró pavoneándose en su oficina con unas curvas que podrían revivir a un muerto. Él no pudo resistir la vista de sus enormes tetas y su enorme trasero. Ella sabía exactamente cómo hacerlo retorcerse mientras envolvía esos deliciosos melones alrededor de su polla dura. Él estaba hechizado por sus deliciosas curvas latinas, y ella estaba decidida a hacerlo correrse.