No puedo dejar de soñar despierta con que me folle mi atractivo compañero de piso. Me encanta cuando toma el control y me penetra por detrás en vaquera invertida hasta correrse en mi cara. Con su enorme polla, cada mamada es una delicia. Nos conocimos en la universidad y ahora solo quiero que satisfaga todos mis deseos sucios con su maestría en el perrito. Conejito, chico sucio.