Me lo pasé genial con mi amiga morena. Se dedicaba a hacerme mamadas y a cabalgarme con fuerza. Luego, me sorprendió con ganas de sexo anal, ¡y era una experta! Su enorme agujero era digno de admirar. Fue un trío inolvidable, con mucho creampie y sexo a cuatro patas. Tushy era el nombre perfecto.