Un viaje en tren abarrotado se convirtió en un frenesí sexual cuando un hombre mayor empezó a frotar su pene contra el trasero de una mujer desprevenida. Mientras tanto, otro hombre acarició los grandes pechos de una mujer durante seis minutos, y a ella no pareció importarle en absoluto. Todo mientras desconocidos observaban con asombro.
Más falso que un billete de 6 euros, no le ponen ni imaginación, pagar a un repartidor de ama**n , por favor