Mientras la belleza latina se pavonea, con su trasero jugoso y regordete rebotando con cada contoneo, no puedes evitar sentir que baila solo para ti. Pagando un dineral por su compañía, sabes que vale la pena cuando se mece el pelo y te lanza miradas sensuales, provocándote con la promesa de lo que está por venir. Puede ser una acompañante o una stripper, pero es toda tuya por esta noche.