Decidí desnudarme para divertirme en público, a solas, al aire libre, donde cualquiera pudiera verme. El riesgo de que me descubrieran solo aumentaba mi placer. No pude evitar excitarme con la emoción de estar al aire libre, rodeado de desconocidos. Fue liberador soltar cualquier inhibición y dejarlo todo al descubierto para que el mundo lo viera.