¡No puedo creer la suerte que tuve cuando la guapísima madrastra de mi mejor amigo, Pamela Ríos, se me insinuó! Nos pusimos muy intensos con sus grandes tetas y su pelo castaño rebotando mientras le hacía una mamada. Luego llegó el momento del plato fuerte: sexo anal con su estrecho ano. Me rogó por más y terminé con una buena corrida interna.