Con su enorme agujero y su tapón anal puesto, la trans Natalie Mars estaba lista para divertirse. Sacó sus juguetes anales y se puso manos a la obra, llegando al borde del éxtasis entre gemidos y gemidos. Pero no fue hasta que su amante transexual se unió que la cosa se puso realmente caliente. Follaron como animales, turnándose para estirarse y volviéndose locos de placer. Fue una noche inolvidable, una que ambos sin duda revivirían una y otra vez.
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