La madrastra ayuda a su hijastro con la tarea y empieza a ponerse juguetona, dándole la garganta profunda más intensa y descuidada de su vida. Su mezcla de ébano y latina lo pone aún más cachondo mientras ella se atraganta y se lo traga todo. Él no puede contenerse y se corre en su garganta, dejándola hecha un desastre de la mejor manera posible.