Vi a una rubia menuda y deliciosa en el casting y supe que tenía que probarla. Al principio era tímida, pero pronto la hice suplicar por más. Su pequeño cuerpo era perfecto para mi polla de 45 kg y me encantaba acariciar su suave piel. Incluso tenía un pequeño vello púbico que realzaba su aspecto inocente y juvenil. Fue pura lujuria mientras la follaba en el sofá, dándole la oportunidad de su vida.
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