La monja traviesa, la hermana Chantal, ha vuelto, lista para pecar. Es blasfema y está cachonda, rezando a un dios diferente, y su enorme culo pide azotes. Mírala disfrazada y deja que le llenen el estrecho agujero en nombre del sexo. Incluso hará de la cruz su propio baño personal antes de recibirla por detrás.