Estaba enviando mensajes discretos a los papás de dos de mis amigas, y cuando se enteraron, me rogaron que las dejara a ambas montar la polla. Así que, por supuesto, acepté y nos montamos un trío guarro del que no nos cansamos. Además, vinieron unos amigos para una sesión de sexo grupal, y le di una mamada profunda a una polla enorme mientras me la follaban a cuatro patas con un culo enorme y jugoso. ¡Qué calor!