Esta mañana, tumbada en la cama, me desperté con el coño empapado tras una pesadilla. Mis dedos se pusieron manos a la obra de inmediato, jugando con mis grandes tetas, haciéndome correrme con fuerza. Todo antes de siquiera levantarme de la cama. ¡Maldita sea, me encanta ser una amateur alemana cachonda!