Mientras paseaban por la ciudad, el personal del autobús de vagabundos encontró a una impresionante morena, Vanda Angel. Se ofrecieron a llevarla, con la esperanza de probar sus habilidades orales. En poco tiempo, estaba de rodillas haciendo una mamada increíble y recibiendo una corrida como una profesional. A esta belleza europea no le importaba ponerse cachonda en público y el conductor se aseguró de follársela con fuerza y dejarla con ganas de más.