Tuve la suerte de conseguir el puesto de amazona, pero el verdadero placer llegó con Athena Queen. Quería más que una simple celebración del Día Internacional de la Mujer; quería mis labios sobre ella y mi lengua explorando cada centímetro de su cuerpo. Me devolvió el favor con su talentosa boca y un beso negro que me dejó sin aliento.