Mi traviesa adolescente favorita, Chandni, tenía ganas de sexo duro y salvaje. Con una polla tan grande como la mía, yo era justo el hombre indicado para darle lo que ansiaba. Lo suplicó con una voz hindi clara mientras follábamos como amateurs intentando demostrar nuestro valor. Fue el festín de sexo entre mejores amigas que siempre soñamos.