Mi ardiente y cachonda hermanastra Freya necesitaba ayuda para limpiar, y por suerte para ella, yo estaba más que dispuesto a echar una mano. Mientras limpiábamos, no pude resistirme a tocar su enorme y jugoso trasero, y ella respondió con gemidos de placer. Al poco tiempo, suplicaba por mi polla dura, y no pude resistirme a deslizarla en su coño caliente y húmedo. Follamos en todas las posiciones imaginables, y no me cansaba de su estrecho y peludo coño. Esta fue una sesión de limpieza que jamás olvidaremos.
hot
lo amo