Por fin pude cumplir mi fantasía de tener sexo con una musulmana tetona y con curvas. Su experta habilidad oral me volvió loco mientras me hundía entre sus deliciosas nalgas, apretándolas y abofeteándolas mientras ella gemía de éxtasis. No me cansaba de sus enormes pechos mientras follábamos hasta que ambos caímos rendidos, completamente satisfechos.