Soy el secretito de mamá, su chico predilecto cuando está excitada. Es nuestro secretito sucio, pero qué rico se siente. Anhela mi atención y no me canso de su sensualidad. Me encanta su punto de vista, y nuestros deseos tabú lo hacen aún más excitante. Ambos sabemos que es tabú, pero no podemos parar. El juguete travieso de mamá, siempre listo para ella.