Stacey era una drogadicta traviesa que le había estado poniendo los cuernos a su novio con un camello que conoció en un hotel. Tuvieron una noche de sexo salvaje, con mamadas profundas, faciales y corridas húmedas. Él tenía una polla enorme y ella unas tetas enormes, y siguieron haciéndolo hasta que ninguno de los dos pudo más. Era una zorra salvaje que disfrutaba cada minuto, y volvía a por más en cada oportunidad.