Alex Adams, un profesor de gimnasia pervertido, estaba desesperado por aprobar a su alumna Ana Rose. Así que accedió a su atrevida propuesta: una sesión de juegos de rol apasionados. La pequeña adolescente se quitó la ropa y comenzó a excitar a su profesora con sus tetas naturales y su culo prieto. Alex no pudo resistirse y la colocó sobre su enorme polla para practicarle la postura del misionero. Luego cambió la postura a la del perrito y dejó que Ana lo cabalgara hasta que finalmente derramó su semen por todo su pequeño cuerpo.
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