Los hermanastros Riley Jean y Alex Adams empiezan sintiéndose antipáticos, pero con el tiempo aprenden a llevarse bien en más de un sentido. Las grandes tetas de Riley y su energía juvenil crean una escena amateur apasionada mientras exploran sus cuerpos. Alex deja una corrida pegajosa sobre su joven cuerpo, demostrando que finalmente han creado un vínculo familiar.