Anhela esa polla negra, siempre la ha anhelado. Hoy, mi hijastra me pilló acariciándola, con los ojos abiertos de lujuria. Sin parar, la rodeó con sus labios amateur, haciéndome la mamada más descuidada imaginable. La incliné a cuatro patas, deslizando mi monstruo negro en su coñito rosado. Gimió, disfrutando cada centímetro. Poniéndola en posición de misionero, la taladré hasta que gritó mi nombre, maldiciendo como un marinero. Su estrecho coño ordeñando mi polla, pidiendo semen. Jodidamente perfecto.
18:50
23:22
8:24
4:09
12:17