Mi hermanastra, una chica menuda y provocativa, siempre anda por ahí con un tanga diminuto. Un día, me pilla mirándola y sonríe: "¿Quieres jugar, hermanito?". Se sube encima, cabalgándome al estilo vaquera, su coñito apretando mi polla como una experta. Esta zorra sabe follar, rebotando arriba y abajo, su cuerpecito retorciéndose. Me está follando, marcando su territorio, sudando, gimiendo. Luego se corre por toda mi polla, gritando mi nombre. Joder, esta hermanastra zorra sí que sabe jugar sucio.
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