La pequeña se cree lista para una audición con un negro. Apenas entra por la puerta, ya está de rodillas, adorando ese enorme pene. Le practica una mamada increíble, logrando que se le ponga durísimo. Él la pone a cuatro patas, penetrándola profundamente, haciéndola gritar. En la posición del misionero o en cualquier otra, ella se la traga como una profesional. ¿Primera experiencia con un negro? ¡Claro que sí, a esta zorra le encanta!
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