Haddy, una chica de más de 18 años tremendamente sexy, se encuentra en un parque público, cachonda a más no poder. Un desconocido se acerca, intuyendo su deseo. Le susurra obscenidades al oído, excitándola aún más. Ella deja que le acaricie el coño húmedo, allí mismo, a la vista de todos. Sus dedos obran magia, haciéndola gemir y retorcerse. Él no para, penetrándola con los dedos hasta que eyacula sobre su mano, su cuerpo temblando de placer intenso. El coño de Haddy arde, y el toque del desconocido es el tipo de diversión sucia perfecta que necesita.
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