En la sórdida penumbra del club de intercambio de parejas, me encontré apretujada en una cabaña, de rodillas, con la polla de un desconocido en la garganta. ¿Una novatada? ¡Ni hablar! Le estaba chupando la polla como una estrella porno, tragándomela entera mientras su colega me penetraba por el culo. La diversión casera se convirtió en una orgía desenfrenada, con mi cornudo observándome desde un rincón, polla en mano. Dos tíos que no conocía de nada, eyaculando dentro y encima de mí, con brusquedad y sin miramientos. Joder, qué caliente. Perversión y guarrada en estado puro. Un placer absoluto.
17:30
7:30