El instructor de fitness vino a ponerme en forma, pero terminó sacando su pene y follándome.
Mi novia latina, que era aficionada al deporte, necesitaba hacer ejercicio, así que contraté a un entrenador personal. Llegó, y después de ver su tremendo trasero en esos shorts diminutos, quedó claro que tenía en mente algo más que una simple evaluación física. Ella empezó con algunos estiramientos, pero pronto él estaba detrás de ella, apretándole los pechos y restregándose contra ese culazo. La ropa voló rápido, y ella le estaba chupando la polla como una profesional, escupiendo y lamiéndola por todas partes. La puso a cuatro patas, penetrándola profunda y duramente. Supongo que quería ese coño latino más que su sueldo. Este tipo la dejó hecha polvo. Estaba tan caliente que casi me corro solo con mirar. Terminó comiéndole el coño, haciéndola correrse tan bien que le eyaculó en toda la cara.
