La zorra de seguridad del aeropuerto no podía quitarme las manos de encima, así que la incliné y le embestí la garganta y el coño con fuerza. Esta zorra europea amateur recibió la follada casera que tanto ansiaba, en un encuentro tabú que no olvidaría. Duro, crudo y sin tapujos: lo recibió todo como una profesional.
 
 
 
 
 
 
 
