La bomba rubia Julia Ann empieza el día a lo grande, sin molestarse en levantarse de la cama antes de deslizar los dedos entre sus piernas. Esta estrella porno sabe perfectamente cómo tocarse, frotándose el clítoris y metiéndose los dedos en su coño ya húmedo. Centrada en su placer en solitario, se masturba hasta temblar de orgasmo, con su cabello rubio extendido sobre la almohada en puro placer matutino.