Después de un entrenamiento duro, esta chica del gimnasio no se resistió a mis frases para ligar. Nos saltamos la cena y fuimos directos a follar. Era una amateur con un cuerpo espectacular, chupándome la polla como una profesional. La incliné y la follé a cuatro patas antes de que me montara toda la noche. Sus gemidos resonaban mientras rebotaba en mi polla, metiéndola hasta el fondo hasta que me corrí.