Carol Fenix encuentra a Bárbara Alves en apuros y le ofrece algo más que un simple rescate. Saca su enorme consolador negro, se lo pone y deja que esta preciosa morena lo cabalgue a lo vaquera. El grueso trasero de Bárbara rebota, disfrutando cada centímetro de esa polla negra como una campeona. Cambian de postura, con Bárbara a cuatro patas, recibiendo un buen polvo a cuatro patas. Los gemidos llenan el aire mientras Carol introduce vibradores, llevando a Bárbara al orgasmo. ¡Esto no es solo un rescate; es un viaje salvaje!