Al llegar temprano del trabajo, veo a mi compañera de piso, una bomba rubia, chupándole la polla a su follamigo en la sala. Es una belleza con un culo espectacular, y claramente no sabe que estoy ahí. La observo en silencio mientras me hace una mamada húmeda, con sus labios carnosos trabajando esa polla como una profesional. El voyeur que llevo dentro está disfrutando de este espectáculo secreto. Está totalmente volcada, gimiendo mientras él le agarra el culo. Debo haber muerto y haber ido al cielo.