Pillada con las manos en la masa en el probador de la tienda, la morena tetona no pudo contenerse. Atrapada, levantó la vista con ojos tiernos y suplicantes, pero el latido entre sus piernas era insoportable. Se mordió el labio y puso los ojos en blanco mientras sus dedos hacían su magia. El POV te sitúa justo ahí, viéndola correrse y correrse sobre el espejo en un orgasmo masivo y estremecedor. ¡Qué espectáculo tan cachondo y desquiciado!