Una universitaria guapa pasa por mi dormitorio otra vez, diciendo que necesita ayuda con la tarea. Pero sé lo que realmente quiere. Esta rubia amateur folla como una profesional, con una linda sonrisa que esconde un lado raro. No es ajena a la acción casera, siempre pidiendo más. Hoy, lo va a conseguir. La inclino sobre mi escritorio, follándola fuerte hasta que gime como la pequeña zorra que es. Su apretado coño se aprieta alrededor de mi polla, haciéndome querer explotar. La doy vuelta, viendo esas alegres tetas rebotar mientras me monta. Está empapada, sus gemidos llenan la habitación. Agarro su culo, dándole un buen apretón antes de follarla aún más fuerte. Hay algo en esta morena que me vuelve loco. ¡Qué jodida adrenalina!