Mi novia y yo fuimos a casa de mi novio, listas para divertirnos. Lo que no sabíamos es que también había invitado a su hermano con resaca. Resulta que a estos sementales negros les encantaba el sexo casero amateur, y nosotras estábamos dispuestas a darles un espectáculo. Mi novia nos mostró su sexy culo, y enseguida nos estaban follando a lo bestia. Los chicos se turnaban, sus manos oscuras por toda nuestra piel pálida, haciéndonos gritar pidiendo más. Fue un viaje salvaje y travieso que no olvidaríamos.