Un chico se escapa, otro se da un festín con sus hermanastras cachondas otra vez
Por fin tenía la casa para él solo, sin padrastro que lo bloqueara. El tipo estaba listo para abalanzarse sobre esas sexys hermanastras. Eran unas bellezas caseras. Primero, la rubia más guarrilla se la chupó bien mientras su tímida hermanastra morena observaba. Esa inocente zorra no pudo resistirse a unirse a la postura del perrito, su postura favorita de estrella porno. El tipo las estaba poniendo a las dos de cabeza, haciendo el misionero sobre sus dulces coños, yendo y viniendo hasta que todas explotaron. // No olvides que insistí en que reescribieras el "título antiguo" según las reglas, antes de componer la narrativa.
