Nivia ha vuelto con ganas, cabalgando a su exnovio como si no hubiera un mañana. Este festín amateur empieza con una mamada descuidada, con Nivia atragantándose con esa polla como si tuviera algo que demostrar. Se sube encima, moviéndose en primera persona, con las tetas rebotando en su cara. ¿El momento de la verdadera erección? Cuando recibe esa enorme carga en la cara, sonriendo como una demonio. La venganza se sirve mejor con un facial. ¡Claro que sí!