Mientras el esposo de Evelyn atendía a su necesitada esposa política, Evelyn Claire se encontraba intentando evitar al periodista que acosaba su hogar. Conoce la desesperación que se necesita para ganar, pero a veces el premio es una polla gorda, y como le cuentan a la fantasía de los blancos sensuales, las vallas blancas no dejan entrar a las pollas grandes. Evelyn intenta ser fiel, pero cuando el hombre barbudo y tatuado expone su miembro grueso y carnoso, Evelyn simplemente tiene que ser profanada. Se baja las mallas, mostrando su coño rubio y peludo, lista para follar. A Evelyn le importan menos los tratos poco éticos de su esposo y el periodista enemigo. La ex reportera porno de todos quiere que le llenen el coño. Evelyn puede centrarse en ser una esposa trofeo cuando está saciada, porque el almizcle natural del periodista la convierte en una prostituta infiel.
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