La esposa de mi amigo, una latina guapísima, estaba encima de mí. Me arrancó el condón, sin aliento por la mamada amateur en primera persona que me acababa de hacer. "A la mierda", jadeó, "quiero sentirte piel con piel". Esta chica estaba que ardía, era una auténtica loca. Se me echó encima, cabalgándome como una puta estrella porno. Sus gemidos resonaban, pura lujuria llenando el aire.