La colombiana guapa de la piscina no podía apartar la vista de mi polla. Lo que no sabía es que esta zorra amateur tenía un secreto travieso: un tapón anal escondido bajo ese bikini tan sexy. Me rogó que la montara, rebotando en él a lo vaquera antes de que la doblara y la embistiera a lo perrito. La reina de las mamadas se volvió loca, chupándomela hasta que exploté. ¡Joder, esta zorra sí que sabía cómo sorprender a un tío!