Mi novia y yo no podíamos creer la suerte que tuvimos cuando encontramos a una rubia amateur guapa dispuesta a jugar. Nuestro primer trío fue una locura: la rubia me chupó la polla como una profesional mientras mi novia me cabalgaba la cara. Luego llegó el momento del perrito, con la rubia recibiendo por detrás mientras mi novia miraba y aplaudía. Follamos a tope, y la acción fue una locura. No fue solo una mamada ni una cabalgada rápida; ¡fue un espectáculo de sexo intenso, hasta las pelotas, y penetraciones vaginales!
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