Las enormes tetas de la niñera se mueven mientras toma el control, montándome como una profesional. Cada vez que estamos solos, es una puta estrella porno, atragantándose con mi polla y disfrutándolo. Misionero, vaquera, es insaciable, siempre terminando con una corrida masiva sobre esas tetas monstruosas. Un sueño hecho realidad cada vez.