Marcos Goiano, un amateur curioso, entra en una habitación en penumbra, listo para su primer casting. Lo espera una polla monstruosa de 24 cm de puro placer negro. No es un tío cualquiera, es una estrella porno lista para follarle el culo a cuatro patas. Marcos, con los ojos como platos, se baja los pantalones, revelando su estrecho y ansioso agujero. El semental dotado sonríe, se lubrica y se pone manos a la obra. Marcos gime mientras le penetran el culo, recibiendo cada centímetro de esa enorme polla negra como un profesional. Placer anal en su máxima expresión, una follada que Marcos jamás olvidará. La habitación se llenó de ecos de "joder", "sí", y "joder" mientras saborea cada embestida, convirtiéndose en una auténtica sensación.
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