George y Alex, dos twinks sensuales, no pueden quitarse las manos de encima. El flacucho Alex se pone de rodillas, recibiendo la polla de George como un profesional, haciéndole una mamada descuidada que lo deja con ganas de más. George le devuelve el favor, follándose a Alex a pelo hasta que se corre por todo su cuerpo. La habitación se llena con el sonido de sus testículos chocando y Alex gimiendo como una perra en celo. George se retira, se corre por todo el culo apretado de Alex, dejándolo glaseado como una maldita dona.
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