Ansiaba una polla negra enorme, y su coño se chorreaba solo de pensar en orgías interraciales. Su marido cornudo no podía satisfacerla, así que buscó un macho negro bien dotado. Cada noche, recibía una polla gorda, gimiendo mientras su coño ávido se chorreaba. Una gordita y atractiva, no se cansaba de su polla monstruosa, follando hasta el amanecer. Es su nueva adicción: noches de cornudos calientes, sudorosas y tórridas.
10:27
9:37
8:13
7:58
7:38